El motivo de la solicitud por parte de la FDA (Food and Drug Administration) a las empresas farmacéuticas de crear vacunas bivalentes (2 ARNm), era debido a que las primeras (con la cepa original Wuhan) no estaban funcionando adecuadamente frente a la variante Ómicron, dado el aumento de casos a nivel mundial.
Sin embargo, nunca se presentaron estudios clínicos para evaluar esta vacuna, solo pre clínicos en animales de experimentación (ratones).
A continuación, compartimos un estudio in vitro realizado por Wang y col, quienes utilizaron sueros de personas que habían recibido tanto las vacunas en base a ARNms originales (3 a 4 dosis) como las bivalentes como refuerzos (cepa Wuhan más Ómicron BA.4/BA.5) y midieron los títulos de anticuerpos neutralizantes y la capacidad de neutralizar pseudovirus, tanto de la cepa original o ancestral como de varios sublinajes Ómicron.
Objetivos:
- Confirmar que el refuerzo de las vacunas bivalentes (BV) produjeran más anticuerpos que el refuerzo monovalente (MV) midiendo producción de anticuerpos.
- Evaluar la amplitud de cobertura frente a otras variantes.
- Comparar el refuerzo BV versus el refuerzo MV o infección avanzada en cuanto a capacidad de neutralización.
Resultados:
- A las 3 a 5 semanas luego de una cuarta dosis BV (BA.4/BA.5) los títulos de anticuerpos fueron similares a la cuarta dosis MV.
- Los sueros de pacientes que recibieron una cuarta dosis MV tuvieron títulos de anticuerpos neutralizantes levemente mayores que los que recibieron el refuerzo BV.
- El refuerzo BV no induce una respuesta neutralizante superior que la vacuna MV original durante el periodo observado.
Conclusiones:
- No se cumple la hipótesis que las vacunas BV producen más anticuerpos que las MV originales
- No se logra amplitud con las variantes relacionadas
- Sin actividad neutralizante superior que la MV
Pero ¿por qué pasó lo anterior?
Hipótesis: impronta inmune o pecado antigénico original
Los antígenos dominantes de la cepa Wuhan han ido mutando. Actualmente estos antígenos dominantes son secundarios y los secundarios son dominantes. Por lo tanto, en la primera exposición, el linfocito B producirá anticuerpos contra los antígenos dominantes, pero frente a las variantes, a pesar de contar con un refuerzo bivalente, los linfocitos B producirán anticuerpos para los antígenos dominantes, los que ahora son secundarios, es decir, menos importantes (proteína espiga), este cambió su dominio de unión al receptor y aún puede «funcionar» uniéndose al receptor.
Se suponía que la vacuna BV seria capaz de neutralizar también las áreas nuevas del antígenos (proteína espiga), sin embargo no lo hizo.
A pesar de ser un estudio aún no revisado por pares, ya muestra una tendencia que a veces, nuestras creencias no van de la mano con la ciencia, y ahora en nuestro país, que autorizó por emergencia una vacuna bivalente con la cepa original y la variante Ómicron BA.1, la que no circula principalmente desde junio de este año, ¿Qué impacto real tendrá en neutralizar las nuevas variantes circulantes?. Y esto, independiente de los efectos adversos no conocidos aún al tener que obligar a nuestro cuerpo a producir ahora 2 proteínas espigas, ¿Cuánto seguiremos favoreciendo el escape inmunológico al seguir provocando a un sistema inmune inundado de anticuerpos contra la variante original? ¿Nuestros expertos consideran que hoy existen más datos que informan de la inmunosupresión que genera la aplicación de estas vacunas en forma repetida?. Además, se sabe que la infección natural con la variante Ómicron (muchos más leve que las variantes anteriores) genera protección contra otras variantes, sobre todo frente a la enfermedad grave y muerte.
Esperamos que más profesionales de la salud despierten su visión crítica de lo que se administran y recomiendan a sus pacientes.
El estudio completo lo puede leer en este link.